Locura en la venta de ventiladores por la ola de calor: hasta 400 en 3 horas en algunos puntos de venta

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La interminable ola de calor que viene sufriendo también Salamanca está disparando las ventas de ventiladores, unas compras que, según han reconocido a este medio los responsables de comercios y grandes superficies dedicadas al sector, están dejando, en algunas casos, unas cifras históricas que han pulverizado las medias registradas en anteriores ejercicios.

«En apenas tres horas hemos llegado a vender unos 400 ventiladores«, detallaba en la jornada de hoy uno de los responsables de una conocida cadena multinacional de distribución, antes de confirmar que las cifras que están registrando en junio «son ya increíbles, y eso que todavía falta una semana para terminar el mes».

Algunos pequeños comercios, consultados telefónicamente, incluso se encuentran «sin stock«. Pero lo más frecuente en el caso de establecimientos de reducido tamaño es que las existencias hayan reducido el número disponible de modelos de ventiladores, de manera que los clientes se están encontrando con una oferta más reducida.

Respecto a la elección de la compra de un ventilador en lugar de sistemas de climatización de aire acondicionado, un responsable de ventas de una firma ubicada en Salamanca explicó que operan con algunos «matices respecto a otro tipo de bienes sustitutivos», ya que la instalación especializada que requieren los aparatos de aire acondicionado son un «importante factor que puede acabar frustrando la compra, especialmente en los consumidores más sensibles al precio». «No obstante, los sistemas portátiles de aire acondicionado no requieren instalación y aunque su precio puede superar fácilmente los 300 euros también están teniendo bastante salida, aunque no a los niveles que estamos hablando de las ventas, totalmente disparadas, que estamos teniendo de ventiladores».

Las principales ventajas del ventilador, respecto al aire acondicionado, son el precio de venta, muy inferior, al igual que un consumo energético mucho más reducido. La principal desventaja es que, aunque parezca una obviedad, el ventilador no enfría sino que simplemente mueve el aire. El ejemplo queda claro si se piensa en el funcionamiento del sistema en los vehículos, donde apretar el ‘botón’ del aire acondicionado o la climatización es una tentación cuando hace calor pero casi una urgencia en los casos más extremos, pese a que hacerlo se traducirá inevitablemente en un incremento del consumo de combustible entre un 5 y un 20 por ciento en los peores casos.

En relación a los ventiladores, suelen diferenciarse en las superficies comerciales varios modelos que, fuera de los industriales, suelen ser principalmente los de «sobremesa», que son los típicos para colocar en el suelo, y los de «pie» que vienen con un soporte para elevarlos poco más de un metro. También hay modelos preparados para fijarse a la pared. La potencia suelen rondar los 50 W y permite que pueda funcionar más rápido, aunque a costa de un mayor consumo, que vendrá especificado también según las clases, siendo la Clase A la más eficiente y por tanto la más económica. Varias velocidades, oscilación, temporizador, mando… son algunas de las funcionalidades complementarias más frecuentes, aunque también existen otras como un funcionamiento supuestamente más silencioso. Los precios comienzan a partir de 20 euros aunque es posible encontrar ofertas mejores, especialmente en los tipo ‘usb’ que funcionan simplemente tras conectarlos con el puerto del portátil u ordenador y pueden encontrarse por menos de cinco euros, en las versiones más básicas. Y también es posible comprar un ventilador nebulizador, que, como su nombre indica, es capaz de transformar el agua del depósito que incorporan en «partículas finísimas que forman una especie de nubecilla» (el curioso significado del Diccionario de la Real Academia para el término ‘nebulizar’). Se trata de esos ventiladores tan deseados que proliferan en las terrazas de muchos bares.

En relación a la seguridad, los principales riesgos pueden derivar con motivo del contacto de las aspas del ventilador, unas situaciones que pueden ser más probables si funcionan en espacios con niños o mascotas, de manera que sería conveniente fijarse en los sistemas de protección incorporados o asesorarse bien en el establecimiento. También puede existir riesgo de incendio como consecuencia de fallos eléctricos y, lógicamente, como cualquier otro aparato que funciona conectado al enchufe, tiene que estar alejado del agua o, por ejemplo, de la manipulación desde la bañera… unos riegos que, en todo caso, es necesario consultar en el propio manual de instrucciones o de advertencias de seguridad de cada aparato o en el punto de venta.