Vitigudino 2017, matrícula de honor en Minas de Uranio y Verbenas pero suspenso en Economía

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Superados el ecuador de la legislatura, la mitad del año y, lo más importante, el 15 de agosto, Vitigudino confirma, a falta del balance de las últimas jornadas festivas de las Ferias y Fiestas, una matrícula de honor en Verbenas y Minas.

La Plaza de España con Soraya: «A tope…bonito viti, eeehhh!!!», «Vitigudino lleno vibrado con Soraya. Espectacular», «Lo de lleno es…lleno..o no?».

El coso taurino con la capea nocturna musical: «Como estaba la plaza de Viti en la capea nocturna?….esta….petaaaaaaa!!».

El alcalde, Germán Vicente, está disfrutando con intensidad de las celebraciones al mismo tiempo que comparte su alegría en las redes sociales con publicaciones en las que también está dejando amplios reportajes gráficos como irrefutable prueba de los éxitos festivos, que han colapsado Vitigudino con la llegada de miles y miles de personas.

También ha sido especialmente destacable el convenio impulsado por el regidor con la empresa de la mina de uranio, una medida que dejará importantes beneficios medioambientales y económicos en Vitigudino pero que, vienen diciendo los socialistas, no tiene nada que ver, pero nada, con la polémica mina de uranio de Retortillo, un asunto que no les parece ni bien ni mal, vamos en el que no entran, porque es un problema —se entiende, en el caso de que lo sea— para los pueblos, pero no para Vitigudino, que sí es la cabeza de comarca, pero no. ¿Está claro? ¡Pues dejar de tocar los megáfonos, coño!

Sin embargo, la matrícula de honor que ha obtenido el Ayuntamiento por su extraordinariamente positiva actuación en los apartados anteriores ha sido empañada por el área económica, que de momento no puede salir del suspenso.

Las calabazas son el resultado del nuevo crédito de más de 100.000 euros para terminar el polígono industrial —y que de momento no permitirá quitar el otro de 300.000 euros que tiene el Ayuntamiento—, de la falta del Presupuesto —pese a gastarse más de 10.000 euros en una consultoría— el aumento de la presión fiscal —aunque hayan bajado un poquito las tasas del agua— y la deuda cercana a los 33.000 euros del 2016 con la Mancomunidad Cabeza de Horno.

La reducción general de la deuda que anuncian los socialistas a bombo y platillo, aunque con menos euforia a la hora de concretar los datos económicos, es consecuencia normal del pago de las cuotas establecidas y supervisadas en el Plan de Ajuste. No queda otra. Y luego otros asuntos, como la renovación del alumbrado municipal, está bien que se venda el ahorro en mantenimiento —que luego habrá que ver los datos—, pero sin olvidar que la factura de la luz del Ayuntamiento no bajará hasta que pase una década. Casi todos calvos.

La bajada del diez por ciento de las tarifas de la residencia municipal de mayores, ni fu ni fa. Y tampoco pueden ser excusa las inversiones realizadas, cuando la mayor parte de los fondos están llegando de otras administraciones. Y veremos qué pasa con las tasas por la recogida de la basura que han prometido bajar los socialistas.

En definitiva, más que una contención del gasto —la que reclamaban y exigían los socialistas en la oposición durante la pasada legislatura—, la alegría parece que está llegando vía aumento de los ingresos, como hace posible la subida del IBI, entre otros.

En definitiva, es muy fácil —y por lo tanto, poco mérito puede tener— una aparente mejora económica basada en los supuestos ahorros que se producirán —o no— dentro de 10 años. A día de hoy, poca ‘chicha’ y bastante humo. Si no es cierto, siempre pueden colgarse los datos económicos actualizados en la web municipal, como prometieron los socialistas que iban a hacer con la famosa consultoría, algo que, up to this time, no ha pasado.

¿Y gastarse, cerca de 25.000 euros —hablan las malas lenguas—, en las actuaciones de la noche de Soraya mientras que se mete en el cajón del olvido la deuda cercana a los 33.000 euros con Cabeza de Horno? pues Olé, olé y olé. ¡VIVA MACOTERA! ¡VIVA SAN ROQUE!