Las responsabilidades administrativas del Ayuntamiento de Retortillo, gobernado por el PSOE, en relación al controvertido proyecto de la mina de uranio pueden salirles caras a los implicados, como consecuencia de los procesos judiciales que en estos momentos se están desarrollando y entre los que se encuentra el asunto de la polémica tala de miles de encinas en el término municipal.
La tala fue recurrida en la jurisdicción contencioso-administrativa por STOP URANIO con motivo de la «inactividad» del Consistorio, que junto a la empresa Berkeley Minera España S.L., solicitaron el archivo del recurso.
La pretensión, sin embargo, no ha fructificado, ya que, según el comunicado difundido a los medios en la jornada de hoy por la plataforma ciudadana, el Juzgado Contencioso-Administrativo nº1 de Salamanca ha acordado en un auto desestimar las alegaciones presentadas con la pretensión del archivo de la causa.
STOP URANIO considera que el Ayuntamiento de Retortillo es «responsable de permitir la tala de encinas», realizada en el término municipal, y «sin que la empresa minera cuente con la Licencia Ambiental y Urbanística para la mina y planta de tratamiento de uranio».
«Ahora se tendrá que dilucidar si la tala de encinas realizadas fue legal o no, continuando con la tramitación del procedimiento iniciado por Stop Uranio, pero las que no podremos recuperar son las encinas arrancadas por la permisividad de las Administraciones con una empresa que está causando un daño material y humano de muy difícil reparación en la comarca del Campo Charro».
«ECOCIDIO EN LA DEHESA SALMANTINA»
La plataforma ciudadana subraya, de este modo, que el Consistorio de Retortillo se enfrenta a responsabilidades al «consentir un daño medioambiental irreversible».
«La Justicia nos dirá si fue legal o no pero que evidentemente supuso un ecocidio en la dehesa salmantina», destaca STOP URANIO, que también han querido denunciar el «sinsentido que supone que el destrozo ocasionado solamente haya servido para disminuir el déficit del balance financiero de Berkeley».
Además, recuerdan que la empresa minera en el año transcurrido «no ha proseguido las labores de acondicionamiento del terreno para abrir la mina y planta que pretende, evidentemente porque no tiene la Licencia Urbanística que le permitiría actuar en la zona».
«Hace un año Berkeley realizó una tala indiscriminada de encinas en el término municipal de Retortillo que afectó a 40 hectáreas y casi 2.000 encinas, que fueron arrancadas con el único propósito de hacer caja con la leña cortada, aparte de dar la sensación de que la apertura de la mina era inminente».
El nuevo jarro de agua fría para la mina de uranio como para los defensores del proyecto se une a otros más que están cayendo contra la iniciativa, en este caso vinculadas con las acciones judiciales emprendidas por STOP URANIO, que comienzan a «dar sus frutos mientras la Justicia rechaza las pretensiones de Berkeley Minera España S.L.».
«Tras el varapalo de la Audiencia Nacional con la desestimación de las alegaciones al recurso por la Autorización previa de la planta de tratamiento o el archivo de la querella que interpuso la minera contra Jesús Cruz, ahora el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Salamanca no le da la razón en el recurso presentado por la Plataforma ciudadana en abril de 2017″.