La «renuncia» de Patxi Zudaire desmorona la mayoría absoluta socialista de Vitigudino

1173
Javier Muñiz (actual edil de Hacienda), y Germán Vicente.

Patxi Zudaire, el hasta hace poco primer teniente socialista de alcalde en el Ayuntamiento de Vitigudino, gobernado por el PSOE con mayoría absoluta, acaba de presentar su «renuncia» en la mañana de hoy, según la información concretada por fuentes municipales.

No obstante, Zudaire, tras ser contactado por Salamanca News no ha querido realizar ninguna valoración o aclaración al respecto, salvo para vincular la medida con un motivo estrictamente laboral. Más allá, ha preferido no confirmar, tampoco desmentir, el alcance que la causa laboral provocará en la vida política del edil, si incluso ha presentado su dimisión como concejal, renunciando al acta, o si, por el contrario, simplemente ha dejado las siglas, caso en el que seguiría en la Corporación municipal aunque como ‘independiente’, en el grupo de los no adscritos y provocando que el PSOE perdiera la mayoría absoluta en Vitigudino. En caso de renunciar al acta, los socialistas seguirían manteniendo la mayoría absoluta, siempre y cuando encontraran un sustituto tirando de la lista de las elecciones municipales.

Zudaire ha instado a Salamanca News a ponerse en contacto con el alcalde, Germán Vicente, según las palabras concretas de Patxi Zudaire, «que es el portavoz del PSOE». Cabe destacar que el regidor, como ya hizo con otros medios críticos con su gestión, viene declinando, por ‘silencio’, las opciones que Salamanca News le ofrece para expresar su valoración en aras de la pluralidad informativa y de las garantías constituciones y principios democráticos.

Patxi Zudaire fue el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Vitigudino en la pasada legislatura, con los socialistas en la oposición. Muy crítico con el Partido Popular y el alcalde, Julio Santiago, su compromiso ideológico con los valores del socialismo quedó patente, iuris tantum, con una constante reivindicación de la transparencia municipal; el llamamiento al diálogo, respeto, entendimiento, colaboración, cooperación y cercanía del Gobierno municipal tanto con los vecinos como con la oposición y el resto de los pueblos de la comarca; la exigencia de políticas con la máxima austeridad y cero despilfarro en sintonía con la millonaria deuda municipal y la más diligente gestión de los recursos económicos municipales para una utilización eficaz de los fondos públicos en beneficio del interés general.

También una constante exigencia del mayor compromiso de todos los ediles respecto al pueblo, para con la ciudadanía, así como el llamamiento a una gestión municipal rigurosa con la legalidad y el ordenamiento jurídico, en todas y cada una de las actuaciones administrativas protagonizadas por la Entidad Local, sus representantes, órganos colegiados, etc., una postura que, en consonancia, también se tradujo en una contundente reivindicación de la devolución del tasazo a las sepulturas concedidas a perpetuidad.

Tras amagar ya con dejar la política en las elecciones municipales, una vez oficializado como líder del grupo a Germán Vicente, finalmente Zudaire siguió en el barco, legitimando con férrea lealtad las políticas del alcalde, aunque fuera en realidad incapaz de defenderlas, en un equilibrio muy complicado que poco a poco ha ido apartando a Zudaire de la primera línea de la gestión política. La misma o parecida lealtad, por cierto, que con Toribio Plaza, cuando Zudaire era su segundo.

Convidado de piedra, como bien se ha podido comprobar en los plenos, donde sus intervenciones eran cada vez más escasas —incluso sin hablar en algunas sesiones aunque las salidas de tono del alcalde le hacían revolverse en su silla—, Zudaire ha evitado en todo momento exteriorizar, por lo menos de forma oficial, cualquier enfrentamiento con la gestión de Germán Vicente. «Yo ahora soy el responsable de Cultura», se ha intentado tranquilizar en todo este tiempo, un escapismo complicado cuando su cargo como teniente de alcalde le colocaba casi todo el rato dentro del foco.

Con Zudaire fuera de la silla, Germán Vicente por fin podrá librarse del incómodo recuerdo de las reivindicaciones y demandas que hizo suyas en Vitigudino el PSOE en la pasada legislatura, gracias a la labor en la oposición de Zudaire. Sin remordimientos, salvo, eso sí, la losa de los compromisos que el propio alcalde adquirió con los vecinos durante la campaña electoral.

Vía libre, por lo tanto, para la mentira, a lo grande, como ha sido vender una perfecta salida de la empresa del agua Isolux Corsán de Vitigudino, cuando ahora hemos conocido, gracias a la Mancomunidad Cabeza de Horno, que el Ayuntamiento debe 33.000 euros. O sea, que Isolux Corsán, ahora en concurso de acreedores, se marchó de Vitigudino llevándose 33.000 euros que le pagaron por el consumo de agua las familias y empresas de la cabecera de la comarca. Pero el alcalde de Vitigudino pasó de dar explicaciones a los pueblos de ‘Cabeza de Horno’, faltando al pleno donde le iban a tirar de las orejas.

Después de presentar a Julio Santiago como el presidente del pandemónium, el leal Zudaire, de oficializarse su renuncia en pleno ya que todavía puede dar marcha atrás, dejaría a los vecinos a merced de un Germán Vicente que está muy lejos de la canonización como icono socialista, en las antípodas de los valores por los que Patxi amagaba con rasgarse las vestiduras.

Está claro que con la marcha de Zudaire, pierde Vitigudino, porque le da mil vueltas al alcalde, por mucho ingeniero que sea. Pierde también el PSOE, porque Zudaire sí es socialista. Lo bueno, es un decir, de que se vaya, es que al hacerlo se desmontará por fin la pantomima que fue orquestada desde Salamanca con la connivencia de Hinojosa, o viceversa, para colar un ‘caballo de Troya’ en la lista socialista. El tejemaneje tampoco le gustó a Patxi, que ya amagó con irse entonces —por cierto, también con la misma excusa que ahora—. La jugada fue dada por buena por el apartado del partido gracias a una mayoría absoluta que, por lo dicho, desmoronaría el paso atrás de Patxi. Las cartas boca arriba. Comienza el espectáculo.