El Grupo Municipal Socialista bendecirá hoy en Vitigudino, en el pleno ordinario que tendrá lugar a partir de las 20:00 horas, el acuerdo de colaboración con la empresa minera Berkeley que está impulsando la controvertida mina de uranio en el Campo Charro, en los pueblos de Retortillo y Villavieja de Yeltes, dos localidades, conviene recordar, con ayuntamientos gobernados por el PSOE.
El acuerdo de colaboración ya fue adelantado a los medios por el alcalde de Vitigudino, Germán Vicente, de forma que puede entenderse que la iniciativa cuenta con el respaldo de los restantes cinco ediles socialistas que componen el equipo de Gobierno socialista que cuenta con mayoría absoluta: Francisco Javier Zudaire, Gonzalo Javier Muñiz, Nerea Pereira, José Cordobés y Tania Bernal. Sin embargo, la oposición, Ciudadanos y Partido Popular, han negado tener información sobre el acuerdo al señalar que se enteraron del tema por las declaraciones que realizó el regidor a Las Arribes al Día.
Es importante destacar que el acuerdo de colaboración con el Consistorio de Vitigudino, localidad cabeza de comarca, ha llegado precisamente en uno de los momentos más complicados para el proyecto de construcción de la mina de uranio, ya que la controvertida tala de encinas realizada dentro de las obras no sólo ha encendido todavía más los ánimos entre los vecinos, colectivos y representantes políticos contrarios ideológicamente, se podría decir, a la mina de uranio, sino que además ha dado más fuerza al heterogéneo movimiento de rechazo, al que ahora se están sumando nuevos respaldos.
Las dramáticas imágenes que vienen documentando el arranque de las encinas se han convertido en un contundente símbolo del ‘no’. Además, están sirviendo para exponer gráficamente un imparable impacto mediático en el que están entrando las televisiones y periódicos más importantes del país. El último artículo sobre la mina de uranio salmantina, «La ‘fiebre’ del uranio en Salamanca, en manos de un juez«, con firma de Mónica Timón, ha sido publicado por EL MUNDO. El texto recoge la paralización cautelar de la tala de las encinas que ha llegado tras entrar en el juego la vía judicial que tiene también en el tejado otras ‘pelotas’, pese a que Berkeley viene destacando de forma reiterada a los medios que todas las actuaciones realizadas están avaladas con «todos los permisos«.
Las redes sociales también están recogiendo los mensajes a favor y en contra de la mina de uranio, en la que la última postura cuenta claramente en las plataformas digitales con los mayores apoyos, tanto locales como más allá. La cobertura audiovisual de la tala está siendo acompañada por las nuevas imágenes que todas las semanas están siendo publicadas por parte de perfiles de todo tipo, como apoyo a las denuncias y críticas realizadas sobre el terreno, unas ‘visitas’ que están llegando a Retortillo desde todo el país.
Yecla de Yeltes, localidad con más de 250 vecinos y ubicada a poco más de siete kilómetros de Vitigudino, es uno de los pueblos de la comarca que está alcanzando en estos momentos uno de los principales protagonismos en las protestas que se están convocando contra la mina de uranio, en un papel que está teniendo una gran visibilidad también en las redes sociales, ya que son los vecinos de Yecla de Yeltes los que está organizando originales iniciativas de protesta, entre las que destaca el ‘lipdub’ (vídeo musical) que acaban de realizar.
Se da la circunstancia que Yecla de Yeltes tampoco pasó desapercibida en las multitudinarias protestas que se registraron en Las Arribes contra el laboratorio experimental de residuos radioactivos, unos hechos que cumplen ahora 30 años. Lejos de las masivas manifestaciones de antaño, que todavía siguen muy vivas en el recuerdo de los vecinos, por el momento la mina de uranio del Campo Charro no está recibiendo en los actos de protestas que vienen organizándose un importante respaldo vecinal, ya que la participación no ha llegado a superar las 200 personas, una cifra a la que, además, se ha llegado en actos muy puntuales, ya que la mayoría se están quedando por debajo, incluso, del centenar de personas. Esta situación no ha sido desaprovechada por los defensores de la mina, como, por ejemplo, hizo el alcalde de Vitigudino, Germán Vicente, para criticar que el ‘no’ tiene un mayoritario origen foráneo. Sin embargo, este mensaje es rechazado por las personas contrarias a la mina, que ponen sobre la mesa la despoblación y el envejecimiento que sufre la zona, un contexto que hacen así inviables las protestas que tuvieron lugar hace 30 años. En este sentido, el polémico cierre de las urgencias nocturnas en Las Arribes, que contó con un claro y generalizado rechazo de los vecinos de los pueblos de la comarca, tampoco logró unas multitudinarias protestas.
El cierre de las urgencias nocturnas fue interpretado claramente en el Oeste salmantino como un grave ataque a la zona. La principal diferencia con la mina de uranio es que el proyecto ha llegado avalado con unas muy positivas previsiones de creación de empleo e inversiones. Hay mucho que ganar, o eso es lo que está diciendo, por lo menos, Berkeley, aunque los datos también están siendo refutados. ¿Y hay mucho que perder? Pues hay voces cualificadas, también en la zona, que están diciendo que sí, como mantiene el alcalde de Villavieja de Yeltes, Jorge Rodríguez. La empresa minera viene a defender algo así como que no hay ningún riesgo: todo son ventajas. Y en medio, los vecinos, en unos pueblos que tienen muy poco, o nada, que ver con los de hace 30 años, y donde las oportunidades económicas son «rara avis». La división es palpable, teniendo su epicentro en Retortillo, que es donde mejor se están viendo las dos caras de la misma moneda. ¿Qué postura gana? Pues responder a la pregunta es lo mismo que entrar en las arenas movedizas de esas mayorías silenciosas que, por definición, son tan complicadas de interpretar.
Y en mitad del lipdub contra la mina de uranio que están cantando y bailando los de Yecla de Yeltes se ha subido al escenario el alcalde de Vitigudino, Germán Vicente, que, atención, no entra a valorar si será algo bueno o malo para la zona, aunque, eso sí, él tiene muy claro que para Vitigudino, cabeza de comarca, será algo muy bueno, «un hecho sin precedentes«: «No tenemos nada que perder«. Un pequeño problema, peccata minuta, para el primer edil están siendo algunos alcaldes de los pueblos de la comarca, como el de Peralejos de Abajo, Alfonso Castilla, que, además, es el presidente de la Mancomunidad, que están recordando al regidor vitigudinense que existe la posibilidad de perder una comarca cuando se toman decisiones sin contar con los pueblos. Tampoco queda muy fino, le están diciendo, llevar en las elecciones municipales como uno de los lemas principales la cuestión comarcal para luego olvidarte del tema, sobre todo cuando estamos hablando de la cabeza de comarca. Tampoco parece que esté quedando muy bien Germán Vicente con otros alcaldes socialistas como el de Villavieja de Yeltes, Jorge Rodríguez.
El acuerdo de colaboración con Berkeley está pasando ya factura, por lo dicho, a Germán Vicente. Pueblos de la comarca, el regidor socialista de Villavieja… Pero el alcalde de Vitigudino, está contento, y también los están el resto de los ediles socialistas del equipo de Gobierno. Y también está celebrando el acuerdo Berkeley, por supuesto, que, a bombo y platillo, ha anunciado su «programa de reforestación» en Vitigudino como «parte del compromiso de la compañía por la excelencia medioambiental«.
Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación… ¡Live is life! Na na, nana na…